GT3

Grupo de Trabajo 3

Arte y microfascismos: la huella y la deconstrucción del artista. 


El arte nunca ha sido desconectado de su período histórico. Incluso en tiempos de «gran ruptura» con los códigos institucionales, como lo fue en el período moderno, de rompimiento con el academismo, las producciones artísticas estuvieron más vinculadas al liberalismo económico implementado por el sistema burgués, que rompiendo con el poder instituido. La innovación, el progreso, las vanguardias, el arte en ruptura, el rechazo, la revuelta, el exiliado de la sociedad, son fantasmas del romanticismo, que parecen rodear obras y artistas hasta hoy. Autores como Foucault, Guattari y Suely Rolnik, han estado advirtiendo que las ideologías de exterminio, como el fascismo, han pasado del macro (Estado) a lo micro (individuos), a través de la colonización de nuestra subjetividad por el capital, haciendo con que reproduzcamos microfascismos diariamente en nuestras relaciones personales. Y si no nos deshacemos de estas herencias románticas, reconociendo que las obras y los autores también están sujetos a la colonización de su subjetividad, corremos el riesgo de continuar teniendo un arte que contribuya al mantenimiento de la vida en los egides del capital y no al revés como queremos creer, ya que el arte es la principal herramienta de subjetivación.

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